Si estás leyendo este artículo, es muy probable que tú o tu pareja estéis pensando en someteros a un tratamiento de reproducción asistida. Para empezar, debes conocer el motivo por el cual no consigues el embarazo y para ello el primer paso será la realizacion de una prueba de fertilidad. Se calcula que entre un 12%-18% de parejas que quieren tener un hijo descubren su infertilidad, situándose las causas en el 50% de origen masculino y el 50% femenino. También cabe la posibilidad de que ambos miembros de la pareja no sean fértiles.

¿Qué exámenes de fertilidad necesito para empezar una Fecundación In Vitro (FIV) u otro tratamiento?

Antes de nada, conviene tener claro que se considera que una pareja tiene problemas de fertilidad cuando ha mantenido relaciones sexuales durante al menos un año sin uso de anticonceptivos y no ha conseguido el embarazo. Este periodo se acorta a 6 meses si la mujer es mayor de 36 años.

En estos casos, el estudio de fertilidad es el primer paso en la fecundación in vitro u otros tratamientos de reproducción asistida. Con este estudio de fertilidad se consigue averiguar las posibles causas que impiden a la pareja tener un hijo de manera natural.

¿En qué consiste la prueba de fertilidad femenina?

En el caso de la mujer, las alteraciones de fertilidad que impiden o dificultan la reproducción normal se deben a trastornos del ciclo ovárico, cantidad y/o calidad de óvulos disminuida o problemas que afectan a la implantación o desarrollo normal del embrión. Con el fin de conocer si existe uno de estos impedimentos se llevan a cabo una serie de pruebas de fertilidad, que básicamente son tres:

Ecografía vaginal. Mediante esta prueba rápida y prácticamente indolora, conocemos el estado del aparato reproductor de la mujer. Se puede comprobar cómo funciona el ciclo, si ovula y da un primer indicio acerca de su reserva ovárica. Además es posible detectar con ella la presencia de quistes o miomas que estén dificultando la gestación.

Analítica hormonal o test de la hormona antimulleriana de fertilidad. Evalúa en profundidad la reserva ovárica con la que cuenta la mujer. Aunque antes esta prueba se lleva a cabo realizando dos analíticas a lo largo del ciclo, hoy en día no suele ser necesario y es suficiente con un análisis, sin importar en qué momento se realice.

Histerosalpingografía. Se trata de una radiografía de la zona pélvica en la que se utiliza un contraste aplicado a través de la vagina que permite ver el útero y las trompas de Falopio. Es una prueba de fertilidad fundamental, ya que concluirá si las trompas están obstruidas de forma parcial o completa, algo que va a marcar el tratamiento a seguir.

¿Cómo es la prueba de fertilidad masculina?

Las alteraciones de fertilidad masculina se deben principalmente a la mala calidad seminal o ausencia de espermatozoides. Es por esta razón que el Seminograma es la única prueba que, en principio, se realiza al hombre y su propósito es analizar el semen, la cantidad de espermatozoides, su calidad, su movilidad y la forma que tienen. Normalmente, dicha prueba se acompaña de un examen físico y una analítica completa.

En muchos casos la alimentación afecta a la fertilidad incidiendo en la cantidad y calidad de los espermatozoides. La Vitamina C, sin ir más lejos, favorece la calidad del esperma y reduce el riesgo de la fertilidad espermática reducida.

¿Puedo realizar las pruebas de fertilidad en la seguridad social?

Las pruebas de fertilidad pueden llevarse a cabo en la seguridad social, pero existen una serie de requisitos, como pueden ser la edad o haber tenido un hijo con anterioridad, establecidos por cada Comunidad Autónoma, y a ellos hay que añadir las inevitables demoras y listas de espera propias de la sanidad pública.

El tiempo es un factor a tener en cuenta cuando quieres tener un bebé y no lo puedes conseguir por métodos naturales, así que decantarse por alternativas a la seguridad social suele ser la mejor opción.

Los precios de un estudio de fertilidad

En las pruebas de fertilidad y en los tratamientos de reproduccion asistida en general se emplean técnicas complejas que requieren de un instrumental médico sofisticado, por ello suelen tener un coste un poco elevado. Por regla general, el precio de la Fecundación In Vitro no incluye el estudio de fertilidad, que se mueve en una horquilla de entre los 150 euros en el caso del estudio de fertilidad femenino y los 700 euros para el estudio completo de la pareja.

Sin embargo, en ClinicPoint trabajamos con los mejores centros de Reproducción Asistida del país para poder ofrecerte el estudio de fertilidad al mejor precio y ayudarte a tener ese bebé que tanto deseas.

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