La mayoría de niños tiene fimosis al nacer, aunque normalmente se resuelve a los tres o cuatro años de edad. Pese a no ser tan frecuente, también existe la fimosis en adultos.
La postectomía o circuncisión es la operación que consigue eliminar una parte o la totalidad del prepucio, solucionando así los problemas ocasionados por la fimosis. Se trata de una intervención ambulatoria, realizada con anestesia local y que dura 40 minutos aproximadamente.
Después de la operación, se puede seguir una vida normal con unas mínimas precauciones y cuidados, como evitar grandes esfuerzos y ejercicios físicos, así como extremar la higiene hasta la caída de los puntos de sutura.
Se recomiendo, asimismo, esperar un tiempo prudencial antes de volver a tener relaciones sexuales tras la circuncisión. Es del todo conveniente que la herida haya cicatrizado, por lo que lo más aconsejable es permanecer un mes y medio sin mantener relaciones íntimas.
¿Cómo puedo saber si tengo fimosis?
Por regla general no es difícil saber si se tiene fimosis, ya que el hombre percibe enseguida la dificultad de dejar el glande al descubierto. En muchos casos, se detecta en las primeras relaciones sexuales, cuando la imposibilidad de retraer la piel del prepucio origina un fuerte dolor o la imposibilidad de tener erecciones.
¿Cuáles son los síntomas de la fimosis?
Los síntomas principales de la fimosis son: - Dificultad para dejar el glande totalmente al descubierto
- Dolor cuando se trata de retraer la piel del prepucio
- Dolor al mantener relaciones sexuales
- Fuertes dolores al tener una erección o imposibilidad de tenerla
- Inflamación del prepucio al orinar
- Picores en el interior del prepucio o presencia de infecciones como consecuencia de una higiene insuficiente
Al tratarse de una patología con una alta prevalencia es recomendable acudir al pediatra durante la infancia y mantener un seguimiento periódico durante la adolescencia y los primeros años de la edad adulta. El médico valorará si existe dificultad para retraer el prepucio y, en caso afirmativo, aconsejar la realización de una intervención quirúrgica.
Si uno mismo detecta problemas que coinciden con los síntomas principales de la fimosis, lo más idóneo es consultar a un urólogo.
¿Cuántos tipos de fimosis existen?
La SECP (Sociedad Española de Cirugía Pediátrica) considera que hasta los 4 años de edad la fimosis es fisiológica.Más allá de esta valoración, existen básicamente dos grandes tipos de fimosis en función del grado de retracción del prepucio:
Fimosis relativa: cuando la retracción del prepucio es parcial
Fimosis completa: Cuando no se retrae el prepucio, incluso estando el pene flácido.
En el caso de la fimosis en adultos, las infecciones balanoprepuciales, que tienen su causa en la estrechez del orificio y en problemas de micción, pueden propiciar la aparición de la patología.
Conviene, sin embargo, diferenciar la fimosis del frenillo corto. Pese a que algunos de los síntomas son similares, como los dolores durante la erección o la dificultad de bajar el prepucio, hablamos de dos patologías diferenciadas.
El problema principal de la fimosis tiene que ver con el prepucio, que normalmente es demasiado estrecho o tiene poca o escasa elasticidad. En cambio, en el caso del frenillo corto, los problemas son fruto del dolor que se produce durante la erección, cuando el pene trata de estirarse y el frenillo no tiene el tamaño suficiente para que el prepucio pueda retraerse totalmente. El frenillo corto, sin embargo, también produce dolor con la erección y las relaciones sexuales, corriendo el riesgo de que se produzcan desgarros o heridas.
Es recomendable la visita a un pediatra para saber si es necesaria la operación de fimosis en el niño. En el caso de los adultos, tambien contamos con los mejores especialistas en urología para ofrecerte el mejor de los servicios.
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